XHOLE… 48, 8KM

Cada dorsal es único, no solo por el número o el lugar o la compañía, sino porque el camino que recorres hasta llegar a él, te deja huellas. El 794, significa para mí, el inicio de una nueva realidad, un sueño latente, un proyecto que marca mi vida.

Durante días tuve nervios, ese respeto ante cada prueba que decides enfrentarte siempre está presente. Iba camino de Ronda con la mirada pérdida entre tanto paisaje bello, y pensando que la carrera sería dura pero entonces recibí un susurró: “No temas a la montaña, conviértete en niebla y avanza tan rápido como ella…»

Esta prueba se realiza cada año, con diferentes modalidades deportivas, prueba que ha sido especial porque fue mi primera carrera de montaña, mi primer duatlón de larga distancia… y estar allí implicaba que todos esos recuerdos que a veces olvidamos, surgieran de nuevo.

Recoger el dorsal, mirar el perfil, ver caras conocidas, preparar la ropa, acostarte y soñar con el camino, en eso se resume la noche anterior a una prueba.

Al día siguiente, me desperté con unas ganas locas de correr, llegar y ver a más de 2500 deportistas, hizo que el corazón latiera fuerte y me recordara lo viva que me siento.

Me coloqué en ese cajón de salida, soltando nervios con risas entre grandes amigos y comenzó la cuenta atrás 10,9,8,7,6,5,4,3,2,1… “¡empieza una nueva aventura!”

Durante kilómetros nos hicimos cómplices del barro, no quedaba otra, a veces sentía que la zapatilla iba a quedarse allí, sólo se oía: “¡Cuidado…!» y poco a poco fuimos avanzando. Los kilómetros en estas pruebas a veces parecen que se paran, y las cuestas no te dan tregua para recuperar. Poco a poco empiezas a restar kilómetros y estás a ese pasito de llegar, de saborear la meta. Una vez más te dices a ti misma, luchaste con una gran sonrisa por hacer lo que te apasiona, una vez más venciste a ese enemigo interior que a todos nos aparece.

Como hago siempre en los ultimos metros antes de llegar, dedico cada paso a tod@s los que hacen que mi vida sea mejor. Por fin oyes las voces y el sonido del chip de otros corredores, el aplauso de un público que puede sentirte… «esta meta es tuya» .

No me quedo de esta carrera con el pódium, aunque sepa bien, de esta prueba me quedo con el viaje completo desde que decido realizarla hasta que terminó. Me llevo las frases de mi amigo que me recordó: «Sonia, esto es como la vida«, me quedo con la risa de un buen gaditano que aportó mucha vida al final, paisajes asombrosos, el orgullo en los «ojos del viajero«, las palabras de mis amig@s… Me quedo con esos instantes que nos hacen sentir la vida bajo los pies y querer bailar aunque no sepa.

Sé que estoy en el camino correcto, porque mi mente coloca a mi cuerpo donde sueña, vibro ante cada imagen, mi sangre está caliente y porque mis emociones puedo compartirlas con grandes personas.

Nada sería posible sin cada granito de arena que aportáis a mi vida, gracias.